I JORNADA REGIONAL DE BIOÉTICA
Jueves 22 de mayo de 2008
8.30 a 17.30 horas
Paraninfo de la Universidad de la República
Av. 18 de Julio 1824
Montevideo - Uruguay
Inscripción libre y gratuita
Se entregarán certificados con acreditación
de asistencia completa
Informes
Oficina Regional de Ciencia de la UNESCO
Luis Piera 1992, 2º. Piso -Tel.: 413 20 75, int. 106 -
Montevideo - Uruguay
shs@unesco.org.uy
Programa preliminar
8.30 Acreditación
9.00 Acto de Apertura - Presentación
Palabras de la Sra. Ministra de Educación
Ing. Maria Simón
Palabras de la Sra. Ministra de Salud
Dra. Maria Julia Muñoz
Palabras del Sr. Rector de la Universidad de la República
Dr. Rodrigo Arocena
Palabras del Presidente de la REDBIOETICA UNESCO
Prof. Dr. Volnei Garrafa
Palabras del Director de la Oficina Regional de Ciencia de
la UNESCO
Dr. Jorge Grandi
9.45 a 10.30hs. Conferencia Central
√ Líeas para la aplicació de la Declaració
Universal de Bioéica y Derechos Humanos de la
UNESCO en Améica Latina
Prof. Dr. Héctor Gros Espiell
10.30 a 11.00 Receso
11.00 a 13.00 hs Mesa Redonda: La Bioética en
América Latina
Coordinador:
Prof. Mauricio Langón (Red ACABIOETICA)
√ La protección de los Derechos Humanos y la
Bioéica a 60 añs de la Declaració Americana
Dra. Mariana Blengio Valdés (Cátedra UNESCO de
Derechos Humanos, Universidad de la República)
√ Comisiones Nacionales de Bioética
Dra. Teresa Rotondo (Sindicato Médico del Uruguay)
√ Educació en Bioéica, una propuesta para la región
Dra. Susana Vidal (Consultora Regional de Ciencias
Sociales de la UNESCO, Especialista en Bioética)
√ Definición de un marco de referencia para una
Bioéica Latinoamericana
Prof. Volnei Garrafa (Presidente REDBIOETICA
UNESCO, Brasil)
Debate
13.00 hs a 14.30 hs - Receso
27 abril, 2008
20 abril, 2008
Calentamiento global (video)
A continuación les ofrecemos un video acerca del calentamiento global.
e-link: http://www.omnilife.com/videos/calentamiento_global.php
e-link: http://www.omnilife.com/videos/calentamiento_global.php
Células Madre
GLORIA Y PROMESA DE LAS CÉLULAS MADRE Jesús Mosterín URL: El País
Cuando el espermatozoide fecunda el óvulo, la célula resultante, el zigoto, pone en marcha su maquinaria replicativa, dividiéndose en dos células iguales, luego en cuatro, en ocho, y así sucesivamente. Una semana más tarde se ha formado la blástula, una bola hueca de células que acabará dando lugar a la placenta. Pegada a la pared interior de la blástula se forma una masa de células, que contiene las células madre. Estas células madre embrionarias son totipotentes, cada una de ellas, por separado, puede dar lugar a un embrión entero y puede también iniciar cualquier linaje de células de nuestro cuerpo. Las células madre embrionarias son un prodigio de versatilidad, tienen la potencia taumatúrgica de convertirse en cualquier tipo de célula, de tejido o de órgano. La gloria de las células madre totipotentes es efímera, dura sólo unos días, pues esas células troncales enseguida se diferencian en tejidos más especializados. ¿Cómo saben las células madre embrionarias lo que tienen que hacer para acabar convirtiéndose en piel o en sangre, en ojos o pulmones? ¿Qué señales balizan su derrotero? Lo ignoramos, pero ardemos en deseos de averiguarlo. Las aplicaciones médicas prometen ser fabulosas. A partir de una célula nuestra (y de un óvulo desnucleado) podríamos obtener por clonación embriones y células madre capaces de generar cualesquiera piezas de recambio somáticas que necesitásemos, nuevas células, tejidos y órganos para reemplazar a los deteriorados sin peligro alguno de rechazo inmunológico, pues los injertos tendrían nuestra misma composición genética. Sería posible tratar las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer, el derrame cerebral y los accidentes de columna, la esclerosis múltiple y la diabetes. Podríamos sustituir las arterias atascadas por nuevos vasos sanguíneos, renovar el corazón infartado, regenerar la retina y devolver la vista. Si se deja investigar a los científicos, quizá dentro de diez años podamos producir tejidos para injertos. Mucho más adelante podríamos llegar a producir órganos enteros como un corazón, un riñón o incluso un hígado. La nueva tecnología celular también abre brillantes perspectivas morales. Si aceptamos el riñón que heroicamente nos ofrece nuestro hermano, no dejamos de provocarle una grave mutilación. Por no hablar de los siniestros laboratorios donde mediocres científicos todavía rajan y sacrifican a animales inocentes con la pretensión de transplantarnos órganos de cerdos, portadores de retrovirus inquietantes. El uso de órganos de un donante ajeno, además de los graves problemas de rechazo inmune que conlleva, tiene un carácter moralmente vidrioso. El ideal moral consiste en no sacrificar ni explotar a ninguna criatura, sino en ser uno mismo autosuficiente, curarse uno con sus propios recursos y sin hacer sufrir a los demás, ser uno su propio donante de órganos y tejidos, sacar las piezas de repuesto que necesite de la clonación de su propio material celular.Las trabas legales que frenaban la investigación han empezado a aflojarse este verano. El 16 de agosto el Gobierno británico apoyó la clonación de embriones con fines terapéuticos y científicos. Una semana después el Gobierno de Estados Unidos autorizó el uso de fondos públicos para investigar con embriones y células madre, aunque, en un intento inútil de aplacar al lobby antiabortista, adoptó una normativa de chocante hipocresía. Prohíbe a las instituciones públicas llevar a cabo la clonación de células embrionarias, pero les permite comprarlas a los institutos privados, que sí están autorizados a clonar. Menos mal que en la ciencia estadounidense existe la iniciativa privada, que es la que está llevando adelante la investigación, de la mano de empresas como Geron y Advanced Cell Technology. El peligro estriba en que el secretismo privado impida la difusión de los nuevos descubrimientos y en que las patentes encarezcan las terapias.Antiabortistas histéricos y obispos dogmáticos se oponen a la investigación con el peregrino argumento de que los embriones serían personas y tendrían alma. El embrión de una semana -en el que se dan las células madre totipotentes- es una bolita de células invisible a simple vista y carente por completo de atisbo alguno de sistema nervioso. Desde luego, no es una persona, pero es que ni siquiera es un animal, pues carece de ánima. Sin sistema nervioso no hay alma, no hay psiquismo, como los científicos reunidos en Roma se han encargado de recordar al Papa esta misma semana. El embrión carece de alma, de conciencia, de vivencias o sentimientos, es incapaz de sufrir y no merece consideración moral.Los que se oponen ahora a los avances de la biología son los mismos que condenaron a Copérnico, quemaron a Bruno, encarcelaron a Galileo y trataron de desterrar la teoría de Darwin de las escuelas. No hay que hacerles más caso que a los que despotrican contra el número 13. Lo que necesitamos no son anatemas ni supersticiones, sino una mirada clara y sin prejuicios, una ética basada en la racionalidad y una mejor información científica. Cantemos la gloria de las células madre y bendigamos sus futuribles beneficios. ¡Aleluya! [Nota] *Jesús Mosterín es profesor de Investigación en el Instituto de Filosofía del CSIC
E-link: http://digital.el-esceptico.org/leer.php?id=1360&autor=520&tema=16
Cuando el espermatozoide fecunda el óvulo, la célula resultante, el zigoto, pone en marcha su maquinaria replicativa, dividiéndose en dos células iguales, luego en cuatro, en ocho, y así sucesivamente. Una semana más tarde se ha formado la blástula, una bola hueca de células que acabará dando lugar a la placenta. Pegada a la pared interior de la blástula se forma una masa de células, que contiene las células madre. Estas células madre embrionarias son totipotentes, cada una de ellas, por separado, puede dar lugar a un embrión entero y puede también iniciar cualquier linaje de células de nuestro cuerpo. Las células madre embrionarias son un prodigio de versatilidad, tienen la potencia taumatúrgica de convertirse en cualquier tipo de célula, de tejido o de órgano. La gloria de las células madre totipotentes es efímera, dura sólo unos días, pues esas células troncales enseguida se diferencian en tejidos más especializados. ¿Cómo saben las células madre embrionarias lo que tienen que hacer para acabar convirtiéndose en piel o en sangre, en ojos o pulmones? ¿Qué señales balizan su derrotero? Lo ignoramos, pero ardemos en deseos de averiguarlo. Las aplicaciones médicas prometen ser fabulosas. A partir de una célula nuestra (y de un óvulo desnucleado) podríamos obtener por clonación embriones y células madre capaces de generar cualesquiera piezas de recambio somáticas que necesitásemos, nuevas células, tejidos y órganos para reemplazar a los deteriorados sin peligro alguno de rechazo inmunológico, pues los injertos tendrían nuestra misma composición genética. Sería posible tratar las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer, el derrame cerebral y los accidentes de columna, la esclerosis múltiple y la diabetes. Podríamos sustituir las arterias atascadas por nuevos vasos sanguíneos, renovar el corazón infartado, regenerar la retina y devolver la vista. Si se deja investigar a los científicos, quizá dentro de diez años podamos producir tejidos para injertos. Mucho más adelante podríamos llegar a producir órganos enteros como un corazón, un riñón o incluso un hígado. La nueva tecnología celular también abre brillantes perspectivas morales. Si aceptamos el riñón que heroicamente nos ofrece nuestro hermano, no dejamos de provocarle una grave mutilación. Por no hablar de los siniestros laboratorios donde mediocres científicos todavía rajan y sacrifican a animales inocentes con la pretensión de transplantarnos órganos de cerdos, portadores de retrovirus inquietantes. El uso de órganos de un donante ajeno, además de los graves problemas de rechazo inmune que conlleva, tiene un carácter moralmente vidrioso. El ideal moral consiste en no sacrificar ni explotar a ninguna criatura, sino en ser uno mismo autosuficiente, curarse uno con sus propios recursos y sin hacer sufrir a los demás, ser uno su propio donante de órganos y tejidos, sacar las piezas de repuesto que necesite de la clonación de su propio material celular.Las trabas legales que frenaban la investigación han empezado a aflojarse este verano. El 16 de agosto el Gobierno británico apoyó la clonación de embriones con fines terapéuticos y científicos. Una semana después el Gobierno de Estados Unidos autorizó el uso de fondos públicos para investigar con embriones y células madre, aunque, en un intento inútil de aplacar al lobby antiabortista, adoptó una normativa de chocante hipocresía. Prohíbe a las instituciones públicas llevar a cabo la clonación de células embrionarias, pero les permite comprarlas a los institutos privados, que sí están autorizados a clonar. Menos mal que en la ciencia estadounidense existe la iniciativa privada, que es la que está llevando adelante la investigación, de la mano de empresas como Geron y Advanced Cell Technology. El peligro estriba en que el secretismo privado impida la difusión de los nuevos descubrimientos y en que las patentes encarezcan las terapias.Antiabortistas histéricos y obispos dogmáticos se oponen a la investigación con el peregrino argumento de que los embriones serían personas y tendrían alma. El embrión de una semana -en el que se dan las células madre totipotentes- es una bolita de células invisible a simple vista y carente por completo de atisbo alguno de sistema nervioso. Desde luego, no es una persona, pero es que ni siquiera es un animal, pues carece de ánima. Sin sistema nervioso no hay alma, no hay psiquismo, como los científicos reunidos en Roma se han encargado de recordar al Papa esta misma semana. El embrión carece de alma, de conciencia, de vivencias o sentimientos, es incapaz de sufrir y no merece consideración moral.Los que se oponen ahora a los avances de la biología son los mismos que condenaron a Copérnico, quemaron a Bruno, encarcelaron a Galileo y trataron de desterrar la teoría de Darwin de las escuelas. No hay que hacerles más caso que a los que despotrican contra el número 13. Lo que necesitamos no son anatemas ni supersticiones, sino una mirada clara y sin prejuicios, una ética basada en la racionalidad y una mejor información científica. Cantemos la gloria de las células madre y bendigamos sus futuribles beneficios. ¡Aleluya! [Nota] *Jesús Mosterín es profesor de Investigación en el Instituto de Filosofía del CSIC
E-link: http://digital.el-esceptico.org/leer.php?id=1360&autor=520&tema=16
Entrevista a Javier Sádaba
Javier Sádaba
1. La bioética, ¿es algo más que la opinión particular del bioético?
Sí. La bioética es una parte muy específica de la ética y que se refiere a los juicios morales que hay que dar ante la revolución genética. Que después como en todo no haya la bioética en sí misma sino individuos concretos no obsta para poder afirmar que hay una materia o disciplina concreta: la bioética.
2. ¿Es ético contemplar el panorama humano que nos rodea ,y permitirnos el lujo de seguir vivos.
Es exactamente la pregunta que se hacía Camus. Dicho de otra manera, el problema fundamental sería el del suicidio. Como pienso que la vida es algo a lo que cada uno puede dar sentido, no creo que debamos ser tan autodestructivos. La cuestión estriba en cambiar este mundo y hacerlo habitable.
3. Hola que tal? No cree vd. que esto acabará convirtiendose en "Un mundo feliz" de Adolf Huxley?
Es ésa una posibilidad, pero conviene tener cuidado con sensacionalismos y tomar al pie de la letra puras fantasías. De momento, y como en todo, estamos abiertos tanto a crear una excelente medicina regenerativa y por tanto vivir mejor como hacer una serie de tonterías que acaben destruyendo el medio ambiente e incluso el ser humano.
4. Antes que la bioética está la ética. ¿Podría definirla brevemente? Gracias
Definiciones de ética hay miles. Definir es peligroso porque como decía un filósofo donde hay definición no hay historia. Pero voy a atreverme con una breve descripción que me parezca adecuada. La ética es el intento por lograr la vida buena, es decir, la felicidad. Claro, que para intentar lograr esto tenemos que poner límites que son los deberes. En resumen, la ética trata de promocionar el bien y de evitar a toda costa el daño.
5. BUenos días. Respecto a la clonación terapéutica¿qué problemas, psicológicos crea en una persona el saber en el futuro que simplemente fue concebido como una necesidad? es decir que en cierto sentido fue utilizado
No sé si te he entendido bien, pero en la clonación terapéutica no nace nadie. La clonación terapéutica consiste en extraer células madre de un embrión que según las expectativas que tenemos podría servir para reparar nuestros tejidos. Si te refieres a una muy hipotética clonación reproductiva o total no sé muy bien cuáles podrían ser los problemas psicológicos que surgieran. Digo esto porque también se habló de los enormes problemas psicológicos que tendrían los niños probetas nacidos de la fencundación in vitro y actualmente hay cientos de miles y no tienen ningún problema psicológico.
6. Para mi todo esto de jugar a la clonación de embriones humanos....etc. me produce pánico y terror pq es algo que está o deberia de estar fuera del alcance de los hombres pq estamos jugando a ser Dios,¿cree que alguna vez se someterá a referendum el tema de la clonación reproductiva?.
Primero, antes de nada el término jugar a dioses que es muy antiguo lo he oído en boca de bioéticos creyentes o no y con sentido positivo o negativo. Por otro lado, hay que tener mucho cuidado con los miedos. Estos tienen que ser racionales, es decir, convertirlos en prudencia. En caso contrario nos dejamos llevar por emociones y por sentimientos muy inmediatos. Respecto a la clonación reproductiva, todavía altamente hipotética, prácticamente todos los países del mundo la prohíben. Las razones suelen ser varias pero hay una que me parece fundamental, sería temerario hacerlo en este momento dada la baja tasa de éxitos que con nuestra tecnología podrían obtnerse. Si en un futuro la clonación reproductiva se pudiera obtener con el mismo éxito que la fecundación in vitro o los nacimientos naturales, por supuesto que tendría que decidirse democráticamente las normas para que esto pudiera o no pudiera hacerse.
7. ¿Por qué negarse a la modificación genética para 'fabricar' niños perfectos?
La palabra fabricar tiene una carga de significados que no me parece oportuna. Lo mismo sucede con la idea de perfección que no deja de ser un puro ideal de la imaginación. No vería inconveniente en modificacioens genéticas, incluso en fase germinal, primero para anular o eliminar enfermedades y segundo si pudiéramos mejorar al menos mínimamente algunos aspectos que por naturaleza poseemos. Podría explicar mejor lo dicho distinguiendo entre neugenesia postivia y negativa. La negativa consiste en eliminar genéticamente algo patológico. Y a esto nadie se opone porque es lo mismo que curar una enfermedad sólo que yendo a su origen. El problema es más gordo en la neugenesia positiva, es decir, hasta dónde podríamos mejorar nuestras capacidades, por ejemplo las intelectuales. Si te soy sincero en este campo me encuentro si no en medio de la oscuridad, sí con muchos túneles. Creo que algunas modificaciones no estarían de más, de la misma manera que todas las madres quieren que sus hijos tengan mejor salud y hasta sean más bellos de lo que son. Estaría en contra sin embargo, con modificaciones sustanciales, que colocaran a unos seres humanos por encima de otros. En ética siempre es más fácil decir qué está mal que decir qué es aquello que positivamente debemos hacer, por ejemplo cuánto tendríamos que ayudar. Ese es el problema que se reproduce en lo que estamos viendo.
8. ¿Cómo puede responder la sociedad ante la clonación reproductiva?
La sociedad en este momento está (pienso yo) en contra debido sobre todo a las imágenes un tanto fantásticas que se le ha trasmitido, por ejemplo que habría niños en serie o cosas por el estilo. Esto desde luego es falso. Un clonado, como en el caso de Dolly, no es una fotocopia de su padre o madre sino que es como un gemelo o incluso menos. Entre los gemelos uno puede ser un excelente tipo y otro una pésima persona. Hay un bioético que se llama Harris y expone 12 situaciones en las que piensa que la gente vería bien la clonación reproductiva. O que al menos no la castigaría. Por ejemplo, unos padres han perdido a un hijo queridísimo, no tienen posibilidades de generar otro y desean mantener la imagen viva del muerto. ¿Qué razones o argumentos podrían darse para que estos padres bajo todos los controles adecuados clonaran un bebé? Por cierto, los éticos poco a poco van sumándose a la idea de que una por el momento improbable clonación reproductiva, si se hiciera reguladamente y en casos muy excepcionales, no atenta para nada contra la moral.
9. La ética en estas ciéncias la veo más orientada a la religión que a otras cosas. ¿ Es la religión un obstaculo?
En primer lugar, la ética y la religión son dos cosas distintas. La ética es una construcción humana autónoma y que no se basa ni en dioses ni en demonios. Yo hablo desde esta ética que podríamos llamar laica y que por lo tanto, nada tiene que ver con una ética teológica o confesional. Estamos en una sociedad secular. Respecto a si la religión es un obstáculo para los avaces biotecnológicos tengo que responderte que sí. Perdona que sea un poco pedante por la autorreferencia pero es lo que quise mostrar en mi libro "Principios de bioética laica".
10. Empezamos descartando los embriones con malformaciones cromosómicas como puede ser el Síndrome de Down. ¿No crees que corremos el riesgo de terminar descartando los embriones que no sean rubios, altos y guapos, con cierto nivel de inteligencia...? No está muy claro dónde están los límites de la ciencia.
Tienes razón, el problema es dónde colocar los límites. No diría tanto límites de la ciencia sino los límites de las aplicaciones que nosotros hacemos de los conocimientos. Si empezáramos a seleccionar de la manera que tú dices habríamos entrado de lleno en la discriminación y por eso, en la peor eugenesia. Y ante esto la ética, tiene que plantarse y decir que no.
11. ¿Estan los politicos preparados para afrontar legislativamente esta revolución bioética?
Creo que los políticos están preparados para muy pocas cosas excepto para permanecer en el poder. En lo que hace al conocimiento que tengo de ellos, mi impresión es que tienen muy poca formación al respecto. Es verdad que suelen delegar en comités o comisiones que son los que asesoran. En cualquier caso habría que exigirles que se enteren más de esta extraordinaria revolución que se sometan a las exigencias democráticas de las transparencia en lo que se está haciendo y que aprovecharan las experiencias de aquellos países, pienso en el Reino Unido, donde la discusión entre políticos y científicos es mucho más fluida.
12. Buenos dias, le leo con frecuencia y me gustan mucho sus opiniones aunque a veces discrepe.Una pregunta: para cuando una fusion en la universidad entre filosofia y ciencia? ( la metafisica,volumen que estba antes de la fisica)Por que existe ese desprecio hacia las carreras que forman a personas "pensantes"? Por que se cree que no es productivo? me gustaria conocer su opinion.Gracias
Antes de nada, muchas gracias por tu amabilidad. También pienso que habría que acabar con esa distinción tajante entre humanidades y ciencias. Los científicos tendrían que ser más cultos y los que se dedican a lo que se llama letras, tendrían que estar mucho más al tanto de los avances de la tecnociencia. Todavía nuestra rígida estructura universitaria no ha dado grandes pasos en esta dirección, aunque algo sin duda se está haciendo. Por ejemplo en algunas universidades la bioética está siendo ocasión para que estudien de manera conjunta alumnos y profesores de disciplinas muy distintas. Respecto al desprecio a las carreras que tú llamas pensantes, creo que es consecuencia de una ideología hiperutilitarista que todo lo reduce a rentabilidad inmediata. Es un signo de nuestros días. Creo que es un error, primero porque un estudio serio filosófico enseña a ser más crítico y, en consecuencia, a instalarse mejor en este mundo. Y segundo, proque si se estudia bien filosofía se pueden hacer después muchas cosas que no se reducen al campo de las letras. Por lo tanto, bienes para vivir mejor y bienes materiales. Los dos vendrían de eso que tú (y yo también) llamas pensar.
13. Para mi forma de pensar seria muy negativo el crear personas con unas determinadas caracteristicas. seria algo como ir a un supermercado al final: ¿como lo quieres? o mejor ¿que quieres q no padeca nunca? o ¿como no quieres q sea? ¿donde quedaria la libertad? A veces creemos que estamos adelantando en la ciencia pero en este caso creo q estamos limitando la libertad de alguien q todavia no habria nacido en lo referente a clonaciones y a crear a una persona " a la carta".
Esas objeciones que pones se pueden hacer independientemente de que haya nuevas biotecnologías, por ejemplo hay gente que trae bebés a este mundo para tener una parejita, para no aburrirse, para que le cuiden de mayor, por inercia o por una urgencia sexual. ¿No te parece que también eso es utilizar los potenciales derechos del no nacido? Respecto a la mala utilización de lo que llamas niños a la carta, lo único que puedo decir es que si no lesionamos su autonomía, todo lo que hagamos para evitar posibles enfermedades me parece bien.
14. ¿Hay un límite ético entre clonación reproductiva y clonación terapéutica?
Por supuesto, este límite no lo suelen colocar los creyentes para quienes ya en el cigoto o primera célula hay un ser humano con alma. Los que somos más agnósticos sí establecemos una distinción. Por mi parte estoy a favor de la clonación terapéutica porque se trata de usar a favor de la salud un conjunto de células indiferenciadas que no pueden considerarse un ser humano. Si en la mayor parte de los países llamados civilizados se acepta la interrupción voluntaria del embarazo, por qué negarse a utilizar unas células de cinco o siete días y que podrían salvar vidas ya hechas. La clonación reproductiva es otra cuestión, hacerlo hoy lo considero más que temerio, incluso criminal. Que en el futuro pudiera hacerse con garantías es una cuestión que puede plantear problemas morales. Mi opinión es que en algunos casos no sería en modo alguno inmoral realizarlo.
15. ¿ qué opina acerca del estatuto del embrión, es simple célula o persona? ¿ en qué lo fundamenta?
El estatuto ontológico y ético del embrión es todo un tema. Muy resumido te diría que como entidad es un conjunto de células o vida en cascada que sólo tiene una remotísima potencia para llegar a ser un ser humano. No habría que olvidar que esas células van a ser de lo más variado. Algunas por ejemplo se convertirán en cordón umbilical. Como tampoco habría que olvidar que el 70% de los llamados blastocistos (estado del embrión cuando tiene 100 células) no llegan a implantarse. La consecuencia es que no creo que podamos hablar de un individuo mientras nos mantengamos en el estadio de embrión. La naturaleza es un proceso gradual y de la misma manera que un feto es algo que se acerca mucho a lo que entendemos por individuo humano, el embrión no debería considerarse tal. De lo dicho se deduce que no veo inconveniente moral en utilizar por ejemplo las células madres que puedan obtenerse de los embriones. Como ves he resumido mucho y una última fundamentación me llevaría a dar otra serie de argumentos al respecto pero todos de una u otra manera están relacinados con lo que acabo de decirte.
16. Hola buenos días ¿Cree que puede ser posible un futuro donde quien más dinero tenga, conseguirá hijos más guapos más listos y más altos? ¿Cree que habrá paises que permitan este tipo de prácticas, o incluso que pueda crearse mafias que se dediquen a estos menesteres? Saludos
Me parece sumamente interesante lo que dices. Y es que a veces nos fijamos mucho en aspectos concretos biotecnológicos y olvidamos lo que está detrás. Y detrás están los intereses de la bioindustria. Lo que se ha dado en llamar el botín de las nuevas biotecnologías. Por eso , de la misma manera que estoy por ejemplo a favor de la clonación terapéutica, tengo que decir desde un punto de vista moral que no debe comercializarse la vida, que los bienes biotecnológicos deben ser para todos y no sólo para los ricos, y que curar la malaria es tanto o más importante que dedicar millones de dólares a la fibrosis quística. Pero como ves esto es ya una cuestión política. Cambiémosla y desde ahí utilicemos todos los bienes que la ciencia ponga en nuestras manos.
17. ¿es posible que los comités bioéticos estén intentando poner puertas al campo?.¿cual debe ser su función?.
Sí es un problema gordo el que planteas. En general, los comités o comisiones de bioética suelen crearse a beneficio de quien los nombra. Es decir, para que se entretengan,disimulen los problemas, hablen mucho y no se llegue a ninguna conclusión. O peor aún justifiquen las poltíticas generalmente restrictivas en este campo de los gobiernos. Perdona también tú la pedantería de que cite mi libro Principios de bioética laica en donde dedico un capítulo al asundo de los comités. Sólo te añado que para que funcionaran, además de ser independientes y elegidos por una parte significativa de la sociedad, no tendrían que ser meramente consultivos. Un ejemplo de cómo tendrían que ser lo dan los comités de ética en Holanda respecto a la eutanasia. Son los que la aprueban después de los preceptivos informes médicos y legales.
18. por que confiamos en la verdad, conocimiento,experiencia, etc...de grupos , organismos, cientiifcos,etc..cuando no podemos comparar? no tiene mas peso quien mejor distribuye sus ideas? es eso licito?
Los científicos en principio tienen una tarea muy determinada y que consiste en estudiar una parcela de la realidad. Son responsables cuando se someten ciegamente a quien les mandan o cuando no informan de los posibles riesgos de aquello que estén investigando. Pero tampoco hay que pedirles mucho más. No son por sí mismos los encargados de la divulgación científica aunque algunos lo hagan muy bien. Esta tarea correspondería a los medios de comunicación. Pero para que éstos realicen su labor con corrección tienen o bien que ser expertos en temas científicos o estar asesorados de tal manera que sus noticias no sean vacías. La conjunción de ciencia y buen peridismo divulgador es una de las tareas más apasionantes y necesarias de nuestros días.
Fuente de información: http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2005/02/1453/
1. La bioética, ¿es algo más que la opinión particular del bioético?
Sí. La bioética es una parte muy específica de la ética y que se refiere a los juicios morales que hay que dar ante la revolución genética. Que después como en todo no haya la bioética en sí misma sino individuos concretos no obsta para poder afirmar que hay una materia o disciplina concreta: la bioética.
2. ¿Es ético contemplar el panorama humano que nos rodea ,y permitirnos el lujo de seguir vivos.
Es exactamente la pregunta que se hacía Camus. Dicho de otra manera, el problema fundamental sería el del suicidio. Como pienso que la vida es algo a lo que cada uno puede dar sentido, no creo que debamos ser tan autodestructivos. La cuestión estriba en cambiar este mundo y hacerlo habitable.
3. Hola que tal? No cree vd. que esto acabará convirtiendose en "Un mundo feliz" de Adolf Huxley?
Es ésa una posibilidad, pero conviene tener cuidado con sensacionalismos y tomar al pie de la letra puras fantasías. De momento, y como en todo, estamos abiertos tanto a crear una excelente medicina regenerativa y por tanto vivir mejor como hacer una serie de tonterías que acaben destruyendo el medio ambiente e incluso el ser humano.
4. Antes que la bioética está la ética. ¿Podría definirla brevemente? Gracias
Definiciones de ética hay miles. Definir es peligroso porque como decía un filósofo donde hay definición no hay historia. Pero voy a atreverme con una breve descripción que me parezca adecuada. La ética es el intento por lograr la vida buena, es decir, la felicidad. Claro, que para intentar lograr esto tenemos que poner límites que son los deberes. En resumen, la ética trata de promocionar el bien y de evitar a toda costa el daño.
5. BUenos días. Respecto a la clonación terapéutica¿qué problemas, psicológicos crea en una persona el saber en el futuro que simplemente fue concebido como una necesidad? es decir que en cierto sentido fue utilizado
No sé si te he entendido bien, pero en la clonación terapéutica no nace nadie. La clonación terapéutica consiste en extraer células madre de un embrión que según las expectativas que tenemos podría servir para reparar nuestros tejidos. Si te refieres a una muy hipotética clonación reproductiva o total no sé muy bien cuáles podrían ser los problemas psicológicos que surgieran. Digo esto porque también se habló de los enormes problemas psicológicos que tendrían los niños probetas nacidos de la fencundación in vitro y actualmente hay cientos de miles y no tienen ningún problema psicológico.
6. Para mi todo esto de jugar a la clonación de embriones humanos....etc. me produce pánico y terror pq es algo que está o deberia de estar fuera del alcance de los hombres pq estamos jugando a ser Dios,¿cree que alguna vez se someterá a referendum el tema de la clonación reproductiva?.
Primero, antes de nada el término jugar a dioses que es muy antiguo lo he oído en boca de bioéticos creyentes o no y con sentido positivo o negativo. Por otro lado, hay que tener mucho cuidado con los miedos. Estos tienen que ser racionales, es decir, convertirlos en prudencia. En caso contrario nos dejamos llevar por emociones y por sentimientos muy inmediatos. Respecto a la clonación reproductiva, todavía altamente hipotética, prácticamente todos los países del mundo la prohíben. Las razones suelen ser varias pero hay una que me parece fundamental, sería temerario hacerlo en este momento dada la baja tasa de éxitos que con nuestra tecnología podrían obtnerse. Si en un futuro la clonación reproductiva se pudiera obtener con el mismo éxito que la fecundación in vitro o los nacimientos naturales, por supuesto que tendría que decidirse democráticamente las normas para que esto pudiera o no pudiera hacerse.
7. ¿Por qué negarse a la modificación genética para 'fabricar' niños perfectos?
La palabra fabricar tiene una carga de significados que no me parece oportuna. Lo mismo sucede con la idea de perfección que no deja de ser un puro ideal de la imaginación. No vería inconveniente en modificacioens genéticas, incluso en fase germinal, primero para anular o eliminar enfermedades y segundo si pudiéramos mejorar al menos mínimamente algunos aspectos que por naturaleza poseemos. Podría explicar mejor lo dicho distinguiendo entre neugenesia postivia y negativa. La negativa consiste en eliminar genéticamente algo patológico. Y a esto nadie se opone porque es lo mismo que curar una enfermedad sólo que yendo a su origen. El problema es más gordo en la neugenesia positiva, es decir, hasta dónde podríamos mejorar nuestras capacidades, por ejemplo las intelectuales. Si te soy sincero en este campo me encuentro si no en medio de la oscuridad, sí con muchos túneles. Creo que algunas modificaciones no estarían de más, de la misma manera que todas las madres quieren que sus hijos tengan mejor salud y hasta sean más bellos de lo que son. Estaría en contra sin embargo, con modificaciones sustanciales, que colocaran a unos seres humanos por encima de otros. En ética siempre es más fácil decir qué está mal que decir qué es aquello que positivamente debemos hacer, por ejemplo cuánto tendríamos que ayudar. Ese es el problema que se reproduce en lo que estamos viendo.
8. ¿Cómo puede responder la sociedad ante la clonación reproductiva?
La sociedad en este momento está (pienso yo) en contra debido sobre todo a las imágenes un tanto fantásticas que se le ha trasmitido, por ejemplo que habría niños en serie o cosas por el estilo. Esto desde luego es falso. Un clonado, como en el caso de Dolly, no es una fotocopia de su padre o madre sino que es como un gemelo o incluso menos. Entre los gemelos uno puede ser un excelente tipo y otro una pésima persona. Hay un bioético que se llama Harris y expone 12 situaciones en las que piensa que la gente vería bien la clonación reproductiva. O que al menos no la castigaría. Por ejemplo, unos padres han perdido a un hijo queridísimo, no tienen posibilidades de generar otro y desean mantener la imagen viva del muerto. ¿Qué razones o argumentos podrían darse para que estos padres bajo todos los controles adecuados clonaran un bebé? Por cierto, los éticos poco a poco van sumándose a la idea de que una por el momento improbable clonación reproductiva, si se hiciera reguladamente y en casos muy excepcionales, no atenta para nada contra la moral.
9. La ética en estas ciéncias la veo más orientada a la religión que a otras cosas. ¿ Es la religión un obstaculo?
En primer lugar, la ética y la religión son dos cosas distintas. La ética es una construcción humana autónoma y que no se basa ni en dioses ni en demonios. Yo hablo desde esta ética que podríamos llamar laica y que por lo tanto, nada tiene que ver con una ética teológica o confesional. Estamos en una sociedad secular. Respecto a si la religión es un obstáculo para los avaces biotecnológicos tengo que responderte que sí. Perdona que sea un poco pedante por la autorreferencia pero es lo que quise mostrar en mi libro "Principios de bioética laica".
10. Empezamos descartando los embriones con malformaciones cromosómicas como puede ser el Síndrome de Down. ¿No crees que corremos el riesgo de terminar descartando los embriones que no sean rubios, altos y guapos, con cierto nivel de inteligencia...? No está muy claro dónde están los límites de la ciencia.
Tienes razón, el problema es dónde colocar los límites. No diría tanto límites de la ciencia sino los límites de las aplicaciones que nosotros hacemos de los conocimientos. Si empezáramos a seleccionar de la manera que tú dices habríamos entrado de lleno en la discriminación y por eso, en la peor eugenesia. Y ante esto la ética, tiene que plantarse y decir que no.
11. ¿Estan los politicos preparados para afrontar legislativamente esta revolución bioética?
Creo que los políticos están preparados para muy pocas cosas excepto para permanecer en el poder. En lo que hace al conocimiento que tengo de ellos, mi impresión es que tienen muy poca formación al respecto. Es verdad que suelen delegar en comités o comisiones que son los que asesoran. En cualquier caso habría que exigirles que se enteren más de esta extraordinaria revolución que se sometan a las exigencias democráticas de las transparencia en lo que se está haciendo y que aprovecharan las experiencias de aquellos países, pienso en el Reino Unido, donde la discusión entre políticos y científicos es mucho más fluida.
12. Buenos dias, le leo con frecuencia y me gustan mucho sus opiniones aunque a veces discrepe.Una pregunta: para cuando una fusion en la universidad entre filosofia y ciencia? ( la metafisica,volumen que estba antes de la fisica)Por que existe ese desprecio hacia las carreras que forman a personas "pensantes"? Por que se cree que no es productivo? me gustaria conocer su opinion.Gracias
Antes de nada, muchas gracias por tu amabilidad. También pienso que habría que acabar con esa distinción tajante entre humanidades y ciencias. Los científicos tendrían que ser más cultos y los que se dedican a lo que se llama letras, tendrían que estar mucho más al tanto de los avances de la tecnociencia. Todavía nuestra rígida estructura universitaria no ha dado grandes pasos en esta dirección, aunque algo sin duda se está haciendo. Por ejemplo en algunas universidades la bioética está siendo ocasión para que estudien de manera conjunta alumnos y profesores de disciplinas muy distintas. Respecto al desprecio a las carreras que tú llamas pensantes, creo que es consecuencia de una ideología hiperutilitarista que todo lo reduce a rentabilidad inmediata. Es un signo de nuestros días. Creo que es un error, primero porque un estudio serio filosófico enseña a ser más crítico y, en consecuencia, a instalarse mejor en este mundo. Y segundo, proque si se estudia bien filosofía se pueden hacer después muchas cosas que no se reducen al campo de las letras. Por lo tanto, bienes para vivir mejor y bienes materiales. Los dos vendrían de eso que tú (y yo también) llamas pensar.
13. Para mi forma de pensar seria muy negativo el crear personas con unas determinadas caracteristicas. seria algo como ir a un supermercado al final: ¿como lo quieres? o mejor ¿que quieres q no padeca nunca? o ¿como no quieres q sea? ¿donde quedaria la libertad? A veces creemos que estamos adelantando en la ciencia pero en este caso creo q estamos limitando la libertad de alguien q todavia no habria nacido en lo referente a clonaciones y a crear a una persona " a la carta".
Esas objeciones que pones se pueden hacer independientemente de que haya nuevas biotecnologías, por ejemplo hay gente que trae bebés a este mundo para tener una parejita, para no aburrirse, para que le cuiden de mayor, por inercia o por una urgencia sexual. ¿No te parece que también eso es utilizar los potenciales derechos del no nacido? Respecto a la mala utilización de lo que llamas niños a la carta, lo único que puedo decir es que si no lesionamos su autonomía, todo lo que hagamos para evitar posibles enfermedades me parece bien.
14. ¿Hay un límite ético entre clonación reproductiva y clonación terapéutica?
Por supuesto, este límite no lo suelen colocar los creyentes para quienes ya en el cigoto o primera célula hay un ser humano con alma. Los que somos más agnósticos sí establecemos una distinción. Por mi parte estoy a favor de la clonación terapéutica porque se trata de usar a favor de la salud un conjunto de células indiferenciadas que no pueden considerarse un ser humano. Si en la mayor parte de los países llamados civilizados se acepta la interrupción voluntaria del embarazo, por qué negarse a utilizar unas células de cinco o siete días y que podrían salvar vidas ya hechas. La clonación reproductiva es otra cuestión, hacerlo hoy lo considero más que temerio, incluso criminal. Que en el futuro pudiera hacerse con garantías es una cuestión que puede plantear problemas morales. Mi opinión es que en algunos casos no sería en modo alguno inmoral realizarlo.
15. ¿ qué opina acerca del estatuto del embrión, es simple célula o persona? ¿ en qué lo fundamenta?
El estatuto ontológico y ético del embrión es todo un tema. Muy resumido te diría que como entidad es un conjunto de células o vida en cascada que sólo tiene una remotísima potencia para llegar a ser un ser humano. No habría que olvidar que esas células van a ser de lo más variado. Algunas por ejemplo se convertirán en cordón umbilical. Como tampoco habría que olvidar que el 70% de los llamados blastocistos (estado del embrión cuando tiene 100 células) no llegan a implantarse. La consecuencia es que no creo que podamos hablar de un individuo mientras nos mantengamos en el estadio de embrión. La naturaleza es un proceso gradual y de la misma manera que un feto es algo que se acerca mucho a lo que entendemos por individuo humano, el embrión no debería considerarse tal. De lo dicho se deduce que no veo inconveniente moral en utilizar por ejemplo las células madres que puedan obtenerse de los embriones. Como ves he resumido mucho y una última fundamentación me llevaría a dar otra serie de argumentos al respecto pero todos de una u otra manera están relacinados con lo que acabo de decirte.
16. Hola buenos días ¿Cree que puede ser posible un futuro donde quien más dinero tenga, conseguirá hijos más guapos más listos y más altos? ¿Cree que habrá paises que permitan este tipo de prácticas, o incluso que pueda crearse mafias que se dediquen a estos menesteres? Saludos
Me parece sumamente interesante lo que dices. Y es que a veces nos fijamos mucho en aspectos concretos biotecnológicos y olvidamos lo que está detrás. Y detrás están los intereses de la bioindustria. Lo que se ha dado en llamar el botín de las nuevas biotecnologías. Por eso , de la misma manera que estoy por ejemplo a favor de la clonación terapéutica, tengo que decir desde un punto de vista moral que no debe comercializarse la vida, que los bienes biotecnológicos deben ser para todos y no sólo para los ricos, y que curar la malaria es tanto o más importante que dedicar millones de dólares a la fibrosis quística. Pero como ves esto es ya una cuestión política. Cambiémosla y desde ahí utilicemos todos los bienes que la ciencia ponga en nuestras manos.
17. ¿es posible que los comités bioéticos estén intentando poner puertas al campo?.¿cual debe ser su función?.
Sí es un problema gordo el que planteas. En general, los comités o comisiones de bioética suelen crearse a beneficio de quien los nombra. Es decir, para que se entretengan,disimulen los problemas, hablen mucho y no se llegue a ninguna conclusión. O peor aún justifiquen las poltíticas generalmente restrictivas en este campo de los gobiernos. Perdona también tú la pedantería de que cite mi libro Principios de bioética laica en donde dedico un capítulo al asundo de los comités. Sólo te añado que para que funcionaran, además de ser independientes y elegidos por una parte significativa de la sociedad, no tendrían que ser meramente consultivos. Un ejemplo de cómo tendrían que ser lo dan los comités de ética en Holanda respecto a la eutanasia. Son los que la aprueban después de los preceptivos informes médicos y legales.
18. por que confiamos en la verdad, conocimiento,experiencia, etc...de grupos , organismos, cientiifcos,etc..cuando no podemos comparar? no tiene mas peso quien mejor distribuye sus ideas? es eso licito?
Los científicos en principio tienen una tarea muy determinada y que consiste en estudiar una parcela de la realidad. Son responsables cuando se someten ciegamente a quien les mandan o cuando no informan de los posibles riesgos de aquello que estén investigando. Pero tampoco hay que pedirles mucho más. No son por sí mismos los encargados de la divulgación científica aunque algunos lo hagan muy bien. Esta tarea correspondería a los medios de comunicación. Pero para que éstos realicen su labor con corrección tienen o bien que ser expertos en temas científicos o estar asesorados de tal manera que sus noticias no sean vacías. La conjunción de ciencia y buen peridismo divulgador es una de las tareas más apasionantes y necesarias de nuestros días.
Fuente de información: http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2005/02/1453/
La Doctrina del shock
La auténtica visión de la doctrina del shockMario DiamentLa Nación / Miami.- En el comienzo del cortometraje que realizó con el mexicano Alfonso Cuarón como complemento de su nuevo libro, La doctrina shock. El auge del capitalismo de desastre , Naomi Klein incorpora unos documentales de los años 40 en los que se describen los hallazgos de la psiquiatría en el tratamiento de enfermos mentales por electroshock."A través del shock, se fuerza a la gente a ser obediente", comenta Klein, al tiempo que reseña cómo, en los años 50, esta poderosa idea atrajo la atención de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).La base de los experimentos que la CIA emprendió, y que más tarde fueron incorporados en un manual, era utilizar el shock como un método de reducir a los adultos a un estado infantil.Klein se vale de esta metáfora para describir el efecto de la aplicación de las teorías de la economía neoliberal sobre sociedades convulsionadas y advierte que las consecuencias no son accidentales."Un sistema económico que requiere constante crecimiento, al tiempo que elude cualquier serio intento de regulación ambiental, genera una constante corriente de desastres, sean militares, ecológicos o financieros", escribe."El apetito por ganancias rápidas y de corto término, resultantes de inversiones puramente especulativas, ha transformado a los mercados de valores, de divisas y de inmuebles en máquinas creadoras de crisis, como la crisis financiera asiática, la crisis del peso mexicano y el colapso de las puntocom lo demuestran."Naomi Klein es una periodista y activista canadiense nacida en Montreal.Después de iniciarse en el periodismo como colaboradora de diversos periódicos, publicó en 2000 su libro No logo. El poder de las marcas , un análisis de los negativos efectos de la difusión internacional de las marcas y sus siniestros mecanismos de comercialización, que se convirtió en un best seller internacional y fue intrínsecamente adoptado como manifiesto por el movimiento contra la globalización.La experiencia económica argentina, particularmente la debacle de 2001 y sus corolarios, es un ejemplo predilecto de Klein, quien en 2004, junto con su marido, el cineasta Avi Lewis, produjo un documental llamado La toma , en el que cuenta la historia de las fábricas argentinas Forja, Zanon y Brukman, ocupadas y reactivadas por el personal.En su análisis de La doctrina shock , el crítico John Gray, del diario The Guardian , de Londres, escribe: "Hay muy pocos libros que realmente nos ayudan a comprender el presente. Este es uno de esos libros".Friedman, el villanoSi hay un villano que transita a lo largo de las 558 páginas del libro de Klein es el economista Milton Friedman, fallecido el año pasado. Ganador del Premio Nobel de Economía en 1976, Friedman fue el inspirador de las teorías neoliberales que caracterizaron a la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago, cuyos graduados eran universalmente conocidos como "the Chicago boys"."Milton Friedman entendió que la atmósfera creada por una crisis de gran escala proveía el necesario pretexto como para invalidar los deseos expresos de los votantes y entregarles la economía del país a los «tecnócratas»", escribe Klein.Analizando el caso argentino durante el gobierno de Carlos Menem, Klein demuestra cómo, una vez designado ministro de Economía, Domingo Cavallo se apresuró a llenar los principales puestos con "Chicago boys".Menciona, entre otros, el nombramiento de Roque Fernández al frente del Banco Central y el de sus asesores Pedro Pou y Pablo Guidotti.Klein razona que "si bien el modelo económico de Friedman puede ser impuesto parcialmente en una democracia, requiere condiciones autoritarias para instrumentar su auténtica visión".Agrega: "Para que la terapia de shock pueda ser aplicada sin reservas -como lo fue en Chile en los 70, en China en los 80, en Rusia en los 90 y en los Estados Unidos después del 11 de Septiembre-, es preciso que exista una suerte de trauma colectivo, uno que permita o bien suspender temporalmente la práctica democrática, o bien bloquearla completamente".En su crítica del libro para el suplemento literario de The New York Times , el premio Nobel Joseph Stiglitz, escribe: "Algunos lectores podrán tomar los conclusiones de Klein como evidencia de una conspiración gigante, algo que ella se apresura a desmentir. No son las conspiraciones las que destrozan al mundo, sino las decisiones equivocadas, las políticas erróneas y una pequeña y gran medida de injusticia que se adiciona. Con todo, estas decisiones están guiadas por intenciones más amplias".La paradoja, como lo advierte John Gray, de The Guardian , es que, en última instancia, tanto la extrema derecha como la extrema izquierda terminan adoptando las mismas ideas. Lenin creía que eran necesarias condiciones catastróficas para que la humanidad progresara y lo mismo pensaba Milton Friedman
Por mayor información dirigirse a : http://davidsegarrasoler.blogspot.com/search?q=La+doctrina+del+shock
Por mayor información dirigirse a : http://davidsegarrasoler.blogspot.com/search?q=La+doctrina+del+shock
26 febrero, 2008
Volnei Garrafa
Volnei Garrafa es profesor titular de la Cátedra UNESCO de Bioética de la Universidad de Brasilia, Editor en Jefe de la Revista Brasileña de Bioética y Presidente del Consejo Director de la Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética de UNESCO.
CC: Volnei, cuéntanos de tu trabajo como Presidente de la Red de Bioética.
VG: “Mira la Red Bioética ha sido para nosotros un reto muy agradable y una sorpresa maravillosa ya que la fundamos el 2 de mayo de 2003, en una reunión en Cancún, y a tan sólo tres años y medio hemos construido más cosas de lo que imaginábamos. Mucho lo hemos logrado con el apoyo de la UNESCO y la participación de diversos países de la región. Inicialmente organizamos algunos seminarios temáticos y científicos, cada uno de los cuales dio origen a una publicación, lo cual es muy importante pues permite dejar por escrito las conclusiones de todas esas reuniones.
Estamos también con el desarrollo del primer curso de enseñanza a distancia de ética en investigación que tiene como sede Córdoba en Argentina, el cual recibió más de seiscientas inscripciones, y actualmente cuenta con ciento veinte alumnos.
Además, bajo la coordinación del profesor Juan Carlos Tealdi, de la Universidad de Buenos Aires, actualmente nos encontramos en la preparación del Diccionario Latinoamericano de Bioética. Es un diccionario con trescientas cincuenta entradas de información en donde investigadores de toda la región tienen la oportunidad de dar sus opiniones e impresiones, de manera que los términos se definan de acuerdo con la realidad de la región. Además, yo creo que lo mas importante de la Red es que logró, con el apoyo de la UNESCO , hacer que las personas que trabajan bioética en la región se conocieran y a partir de ahí estamos en la construcción de una agenda para la región.
En ocasión de la adopción de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos del año pasado, la Red tuvo un papel muy importante ya que muchos delegados de los países de la región eran miembros de la Red. Entonces en poco tiempo la Red ganó credibilidad. Creo que dentro de la UNESCO tenemos una respetabilidad y estamos produciendo material académico que está ahí a la disposición de los investigadores de la región.”
CC: ¿Cómo explicarías a una audiencia amplia el concepto de bioética?
VG: “Bioética en un sentido amplio es una disciplina nueva que trata de le ética de la vida. La persona que inventó la palabra de bioética se llama Potter, era un estadounidense, hijo de padres campesinos protestantes. Él tenía una relación muy fuerte con la naturaleza y estaba muy preocupado con el acelerado desarrollo científico y tecnológico que algunas veces amenazaba a la naturaleza. Potter tenía una visión de vida humana muy amplia, no solamente médica o biológica, pero también ambiental, o sea, miraba la bioética con una visión ampliada.
Inmediatamente después del aparecimiento de la palabra “bioética” en 1971, centros de investigación de Estados Unidos la utilizaron, pero hicieron una reducción muy radical hacia el campo médico-biológico. Es así que la bioética se quedó como una palabra utilizada sobretodo en materia de la relación médico-paciente y de la relación de los investigadores con los sujetos de las investigaciones en los ensayos clínicos, por ejemplo.
Ahora en el inicio del siglo XXI la Declaración de la UNESCO , de alguna forma recupera la visión original de Potter, al considerar la bioética como una ética aplicada a la vida, al entenderla como una nueva herramienta que los países disponen para la consolidación de los derechos humanos, de la ciudadanía y de la democracia.”
CC: La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos enfatiza el respeto a la dignidad humana y a los derechos humanos en el ámbito de la bioética ¿Cómo se expresa el vínculo entre bioética y derechos humanos?
VG: “Los derechos humanos son la tela de fondo de la bioética, es el gran tema. Algunos investigadores después de la Declaración de la UNESCO hicieron críticas ya que la UNESCO relacionó derechos humanos con bioética, diciendo que derechos humanos es un tema más occidental. Sin embargo, cuando las Naciones Unidas adoptaron, en 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos nadie sabía lo que eran los derechos humanos o dignidad humana, por ejemplo, y hoy, en cambio, estos términos son conocidos por todos, son concretos.
Yo creo que los derechos humanos de los ciudadanos, de los pueblos, de las sociedades están profundamente involucrados con la bioética, que es la ética de la calidad de la vida, a partir de los conflictos pequeños que ocurren entre los ciudadanos, hasta grandes temas como el nacimiento, el vivir y el morir. En mi opinión la UNESCO , al vincular ambas temáticas, llegó al blanco y perfiló adecuadamente la agenda de bioética del siglo XXI. Una agenda que en general se asociaba más a términos biomédicos y biotecnológicos, y que, gracias a la UNESCO , incorpora cuestiones sociales, ambientales y sanitarias. Me parece que esto forma parte de un rol más grande en donde los derechos humanos sirven como tela de fondo para el desarrollo de estas cuestiones.”
CC: Cuéntanos sobre el proceso de adopción de la Declaración ¿Qué rol jugaron los países de América Latina?
VG: “Jugaron un papel fundamental ya que la Red tuvo un rol muy importante. En virtud de que los miembros de la Red ya nos conocíamos y habíamos sostenido encuentros anteriores, llegamos a las reuniones finales de París con propuestas más o menos construidas. Lo cual se amplió gracias a la fuerte relación de Brasil con los países africanos. Por ejemplo, por la letra inicial del país, los delegados brasileños estaban junto con el Ministro representante de Burkina Faso en las reuniones y se hizo una buena relación; a partir de entonces nos presentaron a la gente de África. Llegó también India y algunos países bálticos, entonces se empezó a tener una voz más uniforme y más fuerte en la reunión. Es así que los países de América Latina – principalmente Argentina, Bolivia, Uruguay, Perú, México - tuvieron un papel muy importante en la reunión, sobre todo en la cuestión de los derechos humanos y de la agenda social, sanitaria y ambiental que incluye la Declaración.”
CC: El día de hoy, en el marco de la Reunión Internacional de la Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética, presentaste un análisis sobre la Declaración. Podrías comentarnos, en términos generales, los argumentos en los que se sustenta dicho análisis.
VG: “Sí. En general la bioética de origen anglo-sajón se basa exclusivamente en cuatro principios: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. En cambio la Declaración tiene catorce principios. Entonces nosotros estamos tratando de incluir otros temas como la responsabilidad, la solidaridad - que son temas nuestros, temas latinos - y la dignidad humana, que algunos critican diciendo que no se puede medir la dignidad humana, nosotros latinos no necesitamos medir y definir dignidad humana sino que esto es parte de nuestro oxígeno de todos los días, es una cosa cultural.
También hay otros temas que yo llamo las cuatro “P” de una bioética responsable para el siglo XXI: Protección de los vulnerables, Prevención de enfermedades, Precaución frente a posibles daños indeseables y Prudencia frente a cuestiones no totalmente conocidas como en temas como transgénicos y tantos otros. Estos temas mencionados no están dentro de la agenda de la bioética tradicional y son temas que hemos empezado a construir aquí en Latinoamérica. Así que yo creo que en la Declaración Universal además de todos esos temas, la UNESCO tuvo el coraje y la disposición para sugerir a los países miembros de Naciones Unidas que incluyeran la temática de bioética a nivel educacional en primero, segundo y tercer grado. Eso me parece extraordinario. Por ejemplo, en mi país, Brasil, hay un estímulo muy grande para la creación de disciplinas nuevas en los cursos de secundaria y no solamente en las Universidades. Esto me parece bastante saludable.”
CC: ¿Cuáles son los temas que en América Latina deben priorizarse al momento de construir una agenda sobre bioética?
VG: “La bioética de los países desarrollados se preocupa mucho por los temas que yo llamo Emergentes. Con emergentes me refiero a temas que surgieron en los últimos años, como novedades del desarrollo científico y tecnológico como la clonación, la genómica, la fecundación asistida y el transplante de órganos y tejidos.
Sin embargo, para los países del hemisferio sur, a grandes rasgos, los temas Persistentes, o sea los temas que persisten históricamente son la exclusión social, la falta de recursos para salud, la marginación, el aborto, el hambre, la discriminación y el racismo, entre otros. Estos son temas de suma importancia para los países latinoamericanos. Por ello, la agenda debe ser una agenda doble. Esto es, que incorpore tanto los temas Emergentes (ya que no se puede dejar de desarrollar la investigación y la tecnología), como los temas Persistentes.”
CC: Crees que se pueda hablar de la adopción, en un futuro próximo, de una Convención sobre Bioética y Derechos Humanos. En tu opinión, existen las condiciones para aprobar un instrumento internacional que sea jurídicamente vinculante para los Estados que la suscriban.
VG: “Me gustaría que fuera posible, pero creo que necesitamos más tiempo. Ahora, yo creo que cada región debe empezar a hacer sus reuniones. En Brasil ya hicimos tres, ahora estamos con ésta en México y tendremos otra para fines de octubre en Argentina. Es así que los países empiezan a movilizarse, muy a pesar de las críticas que se decían de que después de que la Declaración se terminara nadie iba a discutirlas. Sin embargo en América Latina la gente está muy viva. En la Cátedra de Bioética de la UNESCO de la Universidad de Brasilia ya tenemos un proyecto de investigación donde dividimos la Declaración en diez temas y vamos a empezar a profundizar en cada uno de esos temas en el sentido de ayudar a los países, y principalmente mi país Brasil (ya que la Cátedra se encuentra ubicada ahí) a la profundización de esto en términos de las legislaciones nacionales.”
Entrevista realizada por Citlalin Castañeda en la Ciudad de México, el 21 de septiembre de 2006. Para mayor información sobre el tema de bioética, consulta el siguiente link: http://www.unescomexico.org/Ciencias-Sociales/bioetica.htm
CC: Volnei, cuéntanos de tu trabajo como Presidente de la Red de Bioética.
VG: “Mira la Red Bioética ha sido para nosotros un reto muy agradable y una sorpresa maravillosa ya que la fundamos el 2 de mayo de 2003, en una reunión en Cancún, y a tan sólo tres años y medio hemos construido más cosas de lo que imaginábamos. Mucho lo hemos logrado con el apoyo de la UNESCO y la participación de diversos países de la región. Inicialmente organizamos algunos seminarios temáticos y científicos, cada uno de los cuales dio origen a una publicación, lo cual es muy importante pues permite dejar por escrito las conclusiones de todas esas reuniones.
Estamos también con el desarrollo del primer curso de enseñanza a distancia de ética en investigación que tiene como sede Córdoba en Argentina, el cual recibió más de seiscientas inscripciones, y actualmente cuenta con ciento veinte alumnos.
Además, bajo la coordinación del profesor Juan Carlos Tealdi, de la Universidad de Buenos Aires, actualmente nos encontramos en la preparación del Diccionario Latinoamericano de Bioética. Es un diccionario con trescientas cincuenta entradas de información en donde investigadores de toda la región tienen la oportunidad de dar sus opiniones e impresiones, de manera que los términos se definan de acuerdo con la realidad de la región. Además, yo creo que lo mas importante de la Red es que logró, con el apoyo de la UNESCO , hacer que las personas que trabajan bioética en la región se conocieran y a partir de ahí estamos en la construcción de una agenda para la región.
En ocasión de la adopción de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos del año pasado, la Red tuvo un papel muy importante ya que muchos delegados de los países de la región eran miembros de la Red. Entonces en poco tiempo la Red ganó credibilidad. Creo que dentro de la UNESCO tenemos una respetabilidad y estamos produciendo material académico que está ahí a la disposición de los investigadores de la región.”
CC: ¿Cómo explicarías a una audiencia amplia el concepto de bioética?
VG: “Bioética en un sentido amplio es una disciplina nueva que trata de le ética de la vida. La persona que inventó la palabra de bioética se llama Potter, era un estadounidense, hijo de padres campesinos protestantes. Él tenía una relación muy fuerte con la naturaleza y estaba muy preocupado con el acelerado desarrollo científico y tecnológico que algunas veces amenazaba a la naturaleza. Potter tenía una visión de vida humana muy amplia, no solamente médica o biológica, pero también ambiental, o sea, miraba la bioética con una visión ampliada.
Inmediatamente después del aparecimiento de la palabra “bioética” en 1971, centros de investigación de Estados Unidos la utilizaron, pero hicieron una reducción muy radical hacia el campo médico-biológico. Es así que la bioética se quedó como una palabra utilizada sobretodo en materia de la relación médico-paciente y de la relación de los investigadores con los sujetos de las investigaciones en los ensayos clínicos, por ejemplo.
Ahora en el inicio del siglo XXI la Declaración de la UNESCO , de alguna forma recupera la visión original de Potter, al considerar la bioética como una ética aplicada a la vida, al entenderla como una nueva herramienta que los países disponen para la consolidación de los derechos humanos, de la ciudadanía y de la democracia.”
CC: La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos enfatiza el respeto a la dignidad humana y a los derechos humanos en el ámbito de la bioética ¿Cómo se expresa el vínculo entre bioética y derechos humanos?
VG: “Los derechos humanos son la tela de fondo de la bioética, es el gran tema. Algunos investigadores después de la Declaración de la UNESCO hicieron críticas ya que la UNESCO relacionó derechos humanos con bioética, diciendo que derechos humanos es un tema más occidental. Sin embargo, cuando las Naciones Unidas adoptaron, en 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos nadie sabía lo que eran los derechos humanos o dignidad humana, por ejemplo, y hoy, en cambio, estos términos son conocidos por todos, son concretos.
Yo creo que los derechos humanos de los ciudadanos, de los pueblos, de las sociedades están profundamente involucrados con la bioética, que es la ética de la calidad de la vida, a partir de los conflictos pequeños que ocurren entre los ciudadanos, hasta grandes temas como el nacimiento, el vivir y el morir. En mi opinión la UNESCO , al vincular ambas temáticas, llegó al blanco y perfiló adecuadamente la agenda de bioética del siglo XXI. Una agenda que en general se asociaba más a términos biomédicos y biotecnológicos, y que, gracias a la UNESCO , incorpora cuestiones sociales, ambientales y sanitarias. Me parece que esto forma parte de un rol más grande en donde los derechos humanos sirven como tela de fondo para el desarrollo de estas cuestiones.”
CC: Cuéntanos sobre el proceso de adopción de la Declaración ¿Qué rol jugaron los países de América Latina?
VG: “Jugaron un papel fundamental ya que la Red tuvo un rol muy importante. En virtud de que los miembros de la Red ya nos conocíamos y habíamos sostenido encuentros anteriores, llegamos a las reuniones finales de París con propuestas más o menos construidas. Lo cual se amplió gracias a la fuerte relación de Brasil con los países africanos. Por ejemplo, por la letra inicial del país, los delegados brasileños estaban junto con el Ministro representante de Burkina Faso en las reuniones y se hizo una buena relación; a partir de entonces nos presentaron a la gente de África. Llegó también India y algunos países bálticos, entonces se empezó a tener una voz más uniforme y más fuerte en la reunión. Es así que los países de América Latina – principalmente Argentina, Bolivia, Uruguay, Perú, México - tuvieron un papel muy importante en la reunión, sobre todo en la cuestión de los derechos humanos y de la agenda social, sanitaria y ambiental que incluye la Declaración.”
CC: El día de hoy, en el marco de la Reunión Internacional de la Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética, presentaste un análisis sobre la Declaración. Podrías comentarnos, en términos generales, los argumentos en los que se sustenta dicho análisis.
VG: “Sí. En general la bioética de origen anglo-sajón se basa exclusivamente en cuatro principios: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. En cambio la Declaración tiene catorce principios. Entonces nosotros estamos tratando de incluir otros temas como la responsabilidad, la solidaridad - que son temas nuestros, temas latinos - y la dignidad humana, que algunos critican diciendo que no se puede medir la dignidad humana, nosotros latinos no necesitamos medir y definir dignidad humana sino que esto es parte de nuestro oxígeno de todos los días, es una cosa cultural.
También hay otros temas que yo llamo las cuatro “P” de una bioética responsable para el siglo XXI: Protección de los vulnerables, Prevención de enfermedades, Precaución frente a posibles daños indeseables y Prudencia frente a cuestiones no totalmente conocidas como en temas como transgénicos y tantos otros. Estos temas mencionados no están dentro de la agenda de la bioética tradicional y son temas que hemos empezado a construir aquí en Latinoamérica. Así que yo creo que en la Declaración Universal además de todos esos temas, la UNESCO tuvo el coraje y la disposición para sugerir a los países miembros de Naciones Unidas que incluyeran la temática de bioética a nivel educacional en primero, segundo y tercer grado. Eso me parece extraordinario. Por ejemplo, en mi país, Brasil, hay un estímulo muy grande para la creación de disciplinas nuevas en los cursos de secundaria y no solamente en las Universidades. Esto me parece bastante saludable.”
CC: ¿Cuáles son los temas que en América Latina deben priorizarse al momento de construir una agenda sobre bioética?
VG: “La bioética de los países desarrollados se preocupa mucho por los temas que yo llamo Emergentes. Con emergentes me refiero a temas que surgieron en los últimos años, como novedades del desarrollo científico y tecnológico como la clonación, la genómica, la fecundación asistida y el transplante de órganos y tejidos.
Sin embargo, para los países del hemisferio sur, a grandes rasgos, los temas Persistentes, o sea los temas que persisten históricamente son la exclusión social, la falta de recursos para salud, la marginación, el aborto, el hambre, la discriminación y el racismo, entre otros. Estos son temas de suma importancia para los países latinoamericanos. Por ello, la agenda debe ser una agenda doble. Esto es, que incorpore tanto los temas Emergentes (ya que no se puede dejar de desarrollar la investigación y la tecnología), como los temas Persistentes.”
CC: Crees que se pueda hablar de la adopción, en un futuro próximo, de una Convención sobre Bioética y Derechos Humanos. En tu opinión, existen las condiciones para aprobar un instrumento internacional que sea jurídicamente vinculante para los Estados que la suscriban.
VG: “Me gustaría que fuera posible, pero creo que necesitamos más tiempo. Ahora, yo creo que cada región debe empezar a hacer sus reuniones. En Brasil ya hicimos tres, ahora estamos con ésta en México y tendremos otra para fines de octubre en Argentina. Es así que los países empiezan a movilizarse, muy a pesar de las críticas que se decían de que después de que la Declaración se terminara nadie iba a discutirlas. Sin embargo en América Latina la gente está muy viva. En la Cátedra de Bioética de la UNESCO de la Universidad de Brasilia ya tenemos un proyecto de investigación donde dividimos la Declaración en diez temas y vamos a empezar a profundizar en cada uno de esos temas en el sentido de ayudar a los países, y principalmente mi país Brasil (ya que la Cátedra se encuentra ubicada ahí) a la profundización de esto en términos de las legislaciones nacionales.”
Entrevista realizada por Citlalin Castañeda en la Ciudad de México, el 21 de septiembre de 2006. Para mayor información sobre el tema de bioética, consulta el siguiente link: http://www.unescomexico.org/Ciencias-Sociales/bioetica.htm
“El oficio de enseñar se basa en cuatro principios rectores:
1. El estudiante no es un recipiente para llenar, sino una lámpara para encender. La cuestión no consiste en acumular conocimientos, sino en organizarlos en función de los puntos estratégicos más importantes.
2. Enseñar la condición humana. Establecer un nexo entre el conocimiento científico y el de las humanidades.
3. Enseñar a vivir. No sólo enseñar técnicas, conocimientos y sistemas productivos, también enseñar a mantener vínculos con otros y consigo mismo.
4. Formar ciudadanos no sólo de la nación de cada cual, sino también de la tierra, mediante una toma de conciencia de una comunidad de destino entre todos los seres humanos."
Edgar Morins.
1. El estudiante no es un recipiente para llenar, sino una lámpara para encender. La cuestión no consiste en acumular conocimientos, sino en organizarlos en función de los puntos estratégicos más importantes.
2. Enseñar la condición humana. Establecer un nexo entre el conocimiento científico y el de las humanidades.
3. Enseñar a vivir. No sólo enseñar técnicas, conocimientos y sistemas productivos, también enseñar a mantener vínculos con otros y consigo mismo.
4. Formar ciudadanos no sólo de la nación de cada cual, sino también de la tierra, mediante una toma de conciencia de una comunidad de destino entre todos los seres humanos."
Edgar Morins.
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