26 febrero, 2008

Volnei Garrafa

Volnei Garrafa es profesor titular de la Cátedra UNESCO de Bioética de la Universidad de Brasilia, Editor en Jefe de la Revista Brasileña de Bioética y Presidente del Consejo Director de la Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética de UNESCO.



CC: Volnei, cuéntanos de tu trabajo como Presidente de la Red de Bioética.

VG: “Mira la Red Bioética ha sido para nosotros un reto muy agradable y una sorpresa maravillosa ya que la fundamos el 2 de mayo de 2003, en una reunión en Cancún, y a tan sólo tres años y medio hemos construido más cosas de lo que imaginábamos. Mucho lo hemos logrado con el apoyo de la UNESCO y la participación de diversos países de la región. Inicialmente organizamos algunos seminarios temáticos y científicos, cada uno de los cuales dio origen a una publicación, lo cual es muy importante pues permite dejar por escrito las conclusiones de todas esas reuniones.
Estamos también con el desarrollo del primer curso de enseñanza a distancia de ética en investigación que tiene como sede Córdoba en Argentina, el cual recibió más de seiscientas inscripciones, y actualmente cuenta con ciento veinte alumnos.
Además, bajo la coordinación del profesor Juan Carlos Tealdi, de la Universidad de Buenos Aires, actualmente nos encontramos en la preparación del Diccionario Latinoamericano de Bioética. Es un diccionario con trescientas cincuenta entradas de información en donde investigadores de toda la región tienen la oportunidad de dar sus opiniones e impresiones, de manera que los términos se definan de acuerdo con la realidad de la región. Además, yo creo que lo mas importante de la Red es que logró, con el apoyo de la UNESCO , hacer que las personas que trabajan bioética en la región se conocieran y a partir de ahí estamos en la construcción de una agenda para la región.
En ocasión de la adopción de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos del año pasado, la Red tuvo un papel muy importante ya que muchos delegados de los países de la región eran miembros de la Red. Entonces en poco tiempo la Red ganó credibilidad. Creo que dentro de la UNESCO tenemos una respetabilidad y estamos produciendo material académico que está ahí a la disposición de los investigadores de la región.”

CC: ¿Cómo explicarías a una audiencia amplia el concepto de bioética?

VG: “Bioética en un sentido amplio es una disciplina nueva que trata de le ética de la vida. La persona que inventó la palabra de bioética se llama Potter, era un estadounidense, hijo de padres campesinos protestantes. Él tenía una relación muy fuerte con la naturaleza y estaba muy preocupado con el acelerado desarrollo científico y tecnológico que algunas veces amenazaba a la naturaleza. Potter tenía una visión de vida humana muy amplia, no solamente médica o biológica, pero también ambiental, o sea, miraba la bioética con una visión ampliada.
Inmediatamente después del aparecimiento de la palabra “bioética” en 1971, centros de investigación de Estados Unidos la utilizaron, pero hicieron una reducción muy radical hacia el campo médico-biológico. Es así que la bioética se quedó como una palabra utilizada sobretodo en materia de la relación médico-paciente y de la relación de los investigadores con los sujetos de las investigaciones en los ensayos clínicos, por ejemplo.
Ahora en el inicio del siglo XXI la Declaración de la UNESCO , de alguna forma recupera la visión original de Potter, al considerar la bioética como una ética aplicada a la vida, al entenderla como una nueva herramienta que los países disponen para la consolidación de los derechos humanos, de la ciudadanía y de la democracia.”

CC: La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos enfatiza el respeto a la dignidad humana y a los derechos humanos en el ámbito de la bioética ¿Cómo se expresa el vínculo entre bioética y derechos humanos?

VG: “Los derechos humanos son la tela de fondo de la bioética, es el gran tema. Algunos investigadores después de la Declaración de la UNESCO hicieron críticas ya que la UNESCO relacionó derechos humanos con bioética, diciendo que derechos humanos es un tema más occidental. Sin embargo, cuando las Naciones Unidas adoptaron, en 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos nadie sabía lo que eran los derechos humanos o dignidad humana, por ejemplo, y hoy, en cambio, estos términos son conocidos por todos, son concretos.
Yo creo que los derechos humanos de los ciudadanos, de los pueblos, de las sociedades están profundamente involucrados con la bioética, que es la ética de la calidad de la vida, a partir de los conflictos pequeños que ocurren entre los ciudadanos, hasta grandes temas como el nacimiento, el vivir y el morir. En mi opinión la UNESCO , al vincular ambas temáticas, llegó al blanco y perfiló adecuadamente la agenda de bioética del siglo XXI. Una agenda que en general se asociaba más a términos biomédicos y biotecnológicos, y que, gracias a la UNESCO , incorpora cuestiones sociales, ambientales y sanitarias. Me parece que esto forma parte de un rol más grande en donde los derechos humanos sirven como tela de fondo para el desarrollo de estas cuestiones.”

CC: Cuéntanos sobre el proceso de adopción de la Declaración ¿Qué rol jugaron los países de América Latina?

VG: “Jugaron un papel fundamental ya que la Red tuvo un rol muy importante. En virtud de que los miembros de la Red ya nos conocíamos y habíamos sostenido encuentros anteriores, llegamos a las reuniones finales de París con propuestas más o menos construidas. Lo cual se amplió gracias a la fuerte relación de Brasil con los países africanos. Por ejemplo, por la letra inicial del país, los delegados brasileños estaban junto con el Ministro representante de Burkina Faso en las reuniones y se hizo una buena relación; a partir de entonces nos presentaron a la gente de África. Llegó también India y algunos países bálticos, entonces se empezó a tener una voz más uniforme y más fuerte en la reunión. Es así que los países de América Latina – principalmente Argentina, Bolivia, Uruguay, Perú, México - tuvieron un papel muy importante en la reunión, sobre todo en la cuestión de los derechos humanos y de la agenda social, sanitaria y ambiental que incluye la Declaración.”

CC: El día de hoy, en el marco de la Reunión Internacional de la Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética, presentaste un análisis sobre la Declaración. Podrías comentarnos, en términos generales, los argumentos en los que se sustenta dicho análisis.

VG: “Sí. En general la bioética de origen anglo-sajón se basa exclusivamente en cuatro principios: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. En cambio la Declaración tiene catorce principios. Entonces nosotros estamos tratando de incluir otros temas como la responsabilidad, la solidaridad - que son temas nuestros, temas latinos - y la dignidad humana, que algunos critican diciendo que no se puede medir la dignidad humana, nosotros latinos no necesitamos medir y definir dignidad humana sino que esto es parte de nuestro oxígeno de todos los días, es una cosa cultural.
También hay otros temas que yo llamo las cuatro “P” de una bioética responsable para el siglo XXI: Protección de los vulnerables, Prevención de enfermedades, Precaución frente a posibles daños indeseables y Prudencia frente a cuestiones no totalmente conocidas como en temas como transgénicos y tantos otros. Estos temas mencionados no están dentro de la agenda de la bioética tradicional y son temas que hemos empezado a construir aquí en Latinoamérica. Así que yo creo que en la Declaración Universal además de todos esos temas, la UNESCO tuvo el coraje y la disposición para sugerir a los países miembros de Naciones Unidas que incluyeran la temática de bioética a nivel educacional en primero, segundo y tercer grado. Eso me parece extraordinario. Por ejemplo, en mi país, Brasil, hay un estímulo muy grande para la creación de disciplinas nuevas en los cursos de secundaria y no solamente en las Universidades. Esto me parece bastante saludable.”

CC: ¿Cuáles son los temas que en América Latina deben priorizarse al momento de construir una agenda sobre bioética?

VG: “La bioética de los países desarrollados se preocupa mucho por los temas que yo llamo Emergentes. Con emergentes me refiero a temas que surgieron en los últimos años, como novedades del desarrollo científico y tecnológico como la clonación, la genómica, la fecundación asistida y el transplante de órganos y tejidos.
Sin embargo, para los países del hemisferio sur, a grandes rasgos, los temas Persistentes, o sea los temas que persisten históricamente son la exclusión social, la falta de recursos para salud, la marginación, el aborto, el hambre, la discriminación y el racismo, entre otros. Estos son temas de suma importancia para los países latinoamericanos. Por ello, la agenda debe ser una agenda doble. Esto es, que incorpore tanto los temas Emergentes (ya que no se puede dejar de desarrollar la investigación y la tecnología), como los temas Persistentes.”

CC: Crees que se pueda hablar de la adopción, en un futuro próximo, de una Convención sobre Bioética y Derechos Humanos. En tu opinión, existen las condiciones para aprobar un instrumento internacional que sea jurídicamente vinculante para los Estados que la suscriban.

VG: “Me gustaría que fuera posible, pero creo que necesitamos más tiempo. Ahora, yo creo que cada región debe empezar a hacer sus reuniones. En Brasil ya hicimos tres, ahora estamos con ésta en México y tendremos otra para fines de octubre en Argentina. Es así que los países empiezan a movilizarse, muy a pesar de las críticas que se decían de que después de que la Declaración se terminara nadie iba a discutirlas. Sin embargo en América Latina la gente está muy viva. En la Cátedra de Bioética de la UNESCO de la Universidad de Brasilia ya tenemos un proyecto de investigación donde dividimos la Declaración en diez temas y vamos a empezar a profundizar en cada uno de esos temas en el sentido de ayudar a los países, y principalmente mi país Brasil (ya que la Cátedra se encuentra ubicada ahí) a la profundización de esto en términos de las legislaciones nacionales.”
Entrevista realizada por Citlalin Castañeda en la Ciudad de México, el 21 de septiembre de 2006. Para mayor información sobre el tema de bioética, consulta el siguiente link: http://www.unescomexico.org/Ciencias-Sociales/bioetica.htm
“El oficio de enseñar se basa en cuatro principios rectores:

1. El estudiante no es un recipiente para llenar, sino una lámpara para encender. La cuestión no consiste en acumular conocimientos, sino en organizarlos en función de los puntos estratégicos más importantes.
2. Enseñar la condición humana. Establecer un nexo entre el conocimiento científico y el de las humanidades.
3. Enseñar a vivir. No sólo enseñar técnicas, conocimientos y sistemas productivos, también enseñar a mantener vínculos con otros y consigo mismo.
4. Formar ciudadanos no sólo de la nación de cada cual, sino también de la tierra, mediante una toma de conciencia de una comunidad de destino entre todos los seres humanos."

Edgar Morins.